NEAT: El movimiento diario que protege tu salud sin necesidad de entrenar más

Cuando pensamos en movernos más, solemos imaginar una sesión de ejercicio: salir a correr, ir al gimnasio o tomar una clase. Pero existe un tipo de movimiento menos evidente que tiene un gran impacto en tu salud: el NEAT.

 

¿Qué es el NEAT?

 

NEAT significa Non-Exercise Activity Thermogenesis, y se refiere al gasto de energía que ocurre fuera del ejercicio estructurado.

Incluye actividades como caminar mientras hablas por teléfono, subir escaleras, limpiar tu casa, cuidar el jardín o simplemente cambiar de postura mientras trabajas. Aunque no lo percibas como “ejercicio”, tu cuerpo lo registra. Y tu salud también.

 

¿Por qué es importante?

 

  1. Mejora tu salud cerebral y emocional

 

El movimiento frecuente, incluso de baja intensidad, aumenta el flujo sanguíneo al cerebro y estimula la liberación de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina. Esto mejora tu estado de ánimo, concentración y capacidad para regular el estrés.

Las personas activas físicamente (aunque no realicen ejercicio formal) presentan menores tasas de ansiedad, depresión y deterioro cognitivo.

 

  1. Disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas

 

Interrumpir los periodos largos de sedentarismo —por ejemplo, levantarte cada hora y caminar unos minutos— ayuda a:

 

  • Reducir la glucosa después de las comidas
  • Mejorar la sensibilidad a la insulina
  • Disminuir la presión arterial
  • Favorecer la función cardiovascular

 

Incluso si haces ejercicio, pasar muchas horas sentado puede reducir parte de esos beneficios. El NEAT te ayuda a compensarlo.

 

  1. Protege tu salud a largo plazo

 

Un NEAT elevado se asocia con menor inflamación, mejor regulación hormonal, menor riesgo de enfermedades crónicas y una reducción significativa en la mortalidad por todas las causas. Cada movimiento cuenta, y su impacto es acumulativo a lo largo del día.

 

  1. Favorece el mantenimiento de un peso saludable

 

Aunque el enfoque del NEAT no es el control de peso, mantener un nivel alto de movimiento diario contribuye de forma natural al equilibrio energético del cuerpo. Aumentar tu NEAT puede ayudarte a mantener un peso estable sin necesidad de entrenar más, especialmente cuando se convierte en un hábito diario.

 

¿Cómo puedes aumentar tu NEAT?

 

  • Camina mientras hablas por teléfono.
  • Usa las escaleras en lugar del ascensor.
  • Levántate de tu escritorio cada 60 minutos.
  • Realiza tus tareas del hogar con intención y ritmo.
  • Juega con tus mascotas o hijos al aire libre.
  • Baila mientras cocinas o limpias.

 

El NEAT no requiere horarios, membresías, ni ropa deportiva. Solo exige que prestes atención a tu cuerpo y encuentres más oportunidades para moverte a lo largo del día.

Es una herramienta accesible, simple y poderosa para cuidar tu salud cardiovascular, metabólica y mental, incluso si tienes poco tiempo para ejercitarte. Si participas en el reto Pasos que Transforman, aumentar tu NEAT será una de las claves para construir bienestar real y sostenible.

 

Referencias

 

  1. Levine JA. (2007). Nonexercise activity thermogenesis—liberating the life-force. Journal of Internal Medicine, 262(3), 273–287.
    https://doi.org/10.1111/j.1365-2796.2007.01842.x
  2. Hamilton MT, Hamilton DG, Zderic TW. (2007). Role of low energy expenditure and sitting in obesity, metabolic syndrome, type 2 diabetes, and cardiovascular disease. Diabetes, 56(11), 2655–2667.
    https://doi.org/10.2337/db07-0882
  3. Dunstan DW et al. (2012). Breaking up prolonged sitting reduces postprandial glucose and insulin responses. Diabetes Care, 35(5), 976–983.
    https://doi.org/10.2337/dc11-1931
  4. Ekelund U et al. (2019). Dose-response associations between accelerometry measured physical activity and sedentary time and all cause mortality: systematic review and harmonised meta-analysis. BMJ, 366, l4570.
    https://doi.org/10.1136/bmj.l4570
  5. Biddle SJH et al. (2019). Physical activity and mental health: evidence is growing. World Psychiatry, 18(2), 175–176.
    https://doi.org/10.1002/wps.20631