Ingredientes:
- 2 bananos maduros congelados
- 1 taza de fresas congeladas
- 1/2 taza de leche de almendra (o la leche de tu elección)
- 1 cucharada de proteína en polvo sabor vainilla
- 1 cucharadita de miel (opcional, para endulzar)
- Trocitos de fresas picadas (al gusto)
Instrucciones:
- Pelar los bananos maduros y cortarlos en rodajas antes de congelarlos. Deja las fresas enteras y también congélalas previamente. Idealmente, deberían estar congelados durante al menos 2 horas o más antes de hacer el helado.
- Coloca los bananos congelados y las fresas congeladas en una licuadora o procesador de alimentos potente.
- Agrega la leche de tu elección y la proteína en polvo sabor vainilla a la licuadora.
- Opcionalmente, añade una cucharadita de miel si deseas un toque de dulzura extra.
- Licua todo a alta velocidad hasta obtener una mezcla suave y cremosa.
- Prueba la mezcla y ajusta el nivel de dulzura o consistencia según tus preferencias personales.
- Después de licuar, agrega los trocitos de fresas picadas a la mezcla y mezcla manualmente con una cuchara para distribuirlos de manera uniforme.
- Una vez que la mezcla tenga la textura adecuada y los trozos de fresa estén incorporados, puedes servirla de inmediato para disfrutarla como un helado suave. Si prefieres una textura más firme, puedes transferirla a un recipiente hermético y congelarla durante unas horas.
- Sirve el helado con más trozos de fresas frescas si lo deseas.