El enfoque equivocado, de obsesionarse con alcanzar el peso ideal, se debe a la asociación errónea entre delgadez, salud y felicidad en la sociedad actual. Es importante reconocer que el peso corporal no es un indicador preciso de la salud, ya que cada individuo tiene un cuerpo único con su propia composición genética y estructura ósea. En lugar de centrarse exclusivamente en la pérdida de peso, es fundamental adoptar un enfoque más holístico y centrado en la salud integral, que incluya aspectos como la condición física, la composición corporal, la alimentación equilibrada, la salud mental y emocional, y el bienestar general. Además, la obsesión por bajar de peso puede generar ansiedad, depresión y sentimientos de insatisfacción. En cambio, enfocarse en hábitos saludables y adoptar una perspectiva de aceptación corporal promueve el bienestar emocional duradero y una relación saludable con el cuerpo y la mente.